El Barquero Celestial en los Textos de las Pirámides
Por Jorge Roberto Ogdon
13 octubre, 2003
Modificación: 21 abril, 2020
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1. El origen mitológico del Barquero Celestial

TdP § 594a-601c es un documento invaluable para obtener conocimiento sobre el genuino origen de este personaje; el texto reza como sigue:

«Horus ha llorado a causa de su Ojo(-Wedyat). Set ha llorado a causa de sus Testículos. Y allí salta el Ojo-de-Horus, que ha caído del otro lado del Canal Tortuoso, a fin de protegerse a sí mismo de Set. Thot le vió del otro lado del Canal Tortuoso, cuando el Ojo-de-Horus saltó al otro lado del Canal Tortuoso y cayó sobre el ala de Thot, sobre el otro lado del Canal Tortuoso. ¡Oh vosotros, dioses, quienes cruzáis sobre el ala de Thot al otro lado del Canal Tortuoso! ¡Al lado oriental del Cielo, para disputar con Set sobre este Ojo-de-Horus! ¡Yo (= el Rey) cruzaré con vosotros sobre el ala de Thot, al otro lado del Canal Tortuoso! ¡Al lado oriental del Cielo, para disputar con Set sobre este Ojo-de-Horus!»

«¡Despierta en paz, oh Ma-haef, en paz! ¡Despierta en paz, oh tú que estás en el Cielo, en paz! ¡Oh Barquero del Canal Tortuoso! ¡Dile mi nombre a Ra! ¡Anúnciame a(nte) Ra, porque yo (= el Rey) estoy asignado a aquella distante mansión de Aquellos-quienes-poseen–auras (= eg., ka), quienes adoran a Ra, allí en los Montículos de Horus y en los Montículos de Set, como su Dios de Aquellos-quienes-han-marchado-hacia-sus-auras!»

«¡Oh Ra, recomiéndame a(nte) Ma-haef, el Barquero del Canal Tortuoso, por el que él transporta (fluvialmente) a los dioses al otro lado del Canal Tortuoso, al lado oriental del Cielo! ¡Porque soy yo (= el Rey) quien está buscando al Ojo-de-Horus en peligro! ¡(Porque) soy yo quien está asignado a la «enumeración de los dedos!».

La Alocución puede dividirse en dos partesclaramente definidas: la primera (§§ 594a-596c) pertenece a la tradición «Hori-Setiana»; la segunda (§§ 597a-601c), a la de la escuela heliopolitana[2].

Libro de los Muertos, Dicho 93. Papiro (Museo Britanico 10470) de Any

Libro de los Muertos, Dicho 93. Papiro (Museo Británico 10470) de Any.

Pensamos que éste es un «episodio» originariamente perteneciente al contexto de las llamadas Contiendas de Horus y Set, y que juega un papel importante para la correcta interpretación de la secuencia de situaciones descriptas en ellas. Pero, primeramente, surge una pregunta: ¿dónde insertar este «cuadro» dentro de aquel mito? H. Te Velde[3] ha distinguido dos fases en el mito de las Contiendas: en primer lugar, desórdenes de un carácter homosexual que conducen, en segundo término, a un enfrentamiento abierto, que llega a la agresión física (Horus pierde su Ojo; Set, sus testículos). Creemos que no es desatinado introducir el episodio de marras entre ambas partes del mito, como el momento exacto en el cual el Ojo-de-Horus «se hace pequeño» (cf. CT IV, 232a-238a) y cae «al otro lado del Canal Tortuoso» por la acción de Set en su cualidad de «Afeminado[4]«. Así que, desde este punto de partida, podemos presentar el siguiente desarrollo en la secuencia de hechos mitológicos: la relación homosexual entre ambos dioses ha puesto en evidencia sus efectos perniciosos para Horus y Set, en el marco de su lucha por ganar el trono de Egipto: el primero ha perdido su Ojo (i.e., el «Poder de la Vida») y el último sus testículos (i.e., su «Virilidad») a causa de este acto contra natura. De este modo, la lucha armada comenzará: el Ojo-de-Horus busca refugio en el «lado oriental del Cielo» (donde habita Ra) y Set emprenderá su persecución incluso allí. En este momento, Thot, el «hijo de los Dos Combatientes» (Rehuy)[5], aparecerá y hará que los Shemsu-Hor, los «Seguidores de Horus», crucen el Canal Tortuoso para unirse a su líder en las batallas que tendrán lugar en el llamado «Campo del Combate».

Habiendo completado este panorama de las Contiendas, ahora debemos volver nuestra atención a otro interrogante: ¿cuánto cambió el mito originario en la versión heliopolitana, la cual, indudablemente, estuvo basada en la del ciclo Hori-setiano primitivo?

Primero, debemos tomar debida nota de que, en la versión solar, Thot, el dios-ibis que transporta a los dioses por el Canal Tortuoso, es sustituido por un «barquero[6]» despersonalizado, quien es llamado de manera muy variada (ver aquí § 2); segundo, que, cuando fue compilada por los sacerdotes heliopolitanos, éstos introdujeron algunas modificaciones parciales en la forma genuina de la leyenda, al agregar dos pasajes: el primero de ellos dirigido al Barquero Celestial, a fin de que anuncie a Ra que el rey ha llegado, y el segundo, dirigido por el rey a Ra mismo, pidiéndole ser recomendado al barquero, con el propósito de superar el Canal Tortuoso como un «Seguidor de Horus», cuyo objetivo es disputar con Set por la posesión del Ojo-de-Horus[6ª].

Libro de los Muertos, Dicho 93. Papiro (Museo Egipcio de Turin 1791) de Iufanj

Libro de los Muertos, Dicho 93. Papiro (Museo Egipcio de Turin 1791) de Iufanj.

En otros pasajes, más oscuros, de los TdP -especialmente §§ 1201-3 y 1221-3 -, podemos encontrar alusiones a ese mismo evento, pero de manera difusa, completamente despojados de su tinte original y con un papel más bien funerario que mitológico. Y este será el rol asumido por el barquero, a partir de este momento, en la literatura mortuoria egipcia; pensamos que es conveniente adscribir la designación de esta función funeraria a la tradición heliopolitana prevaleciente en aquellos tiempos. Si analizamos cuidadosamente todos los párrafos referidos al Barquero Celestial, exceptuando aquellos en los que ha sido embebido en la primitiva trama Hori-setiana para justificar su aparición, nos daremos cuenta de que siempre desempeña el mismo papel en las mismas circunstancias, atinentes al «viaje de ultratumba»: llevar al espíritu del difunto al lugar donde se encuentra Ra (p.ej. TdP § 999) o a los «Campos de las Ofrendas», para que el muerto disfrute de la comida celestial (p.ej. § 1736-7). Es más, en una ocasión (§ 493-4), la barca de transporte (eg. Mejenty) es llamada «Aquella-que-vuela-y-aletea», aludiendo claramente a Thot bajo su aspecto de ibis, que el dios adopta en el primitivo episodio mítico.

En los corpora de literatura funeraria posterior aún podremos discernir trazas del evento genuino, pero no son más que referencias que podrían parecer desconectadas del contexto general en que se encuentran, si no fuera porque ahora estamos conscientes de su verdadera procedencia; un claro ejemplo de ello es CT V, 120a y ss., donde leemos: «¡Oh, este Barquero, quien trae a Horus su Ojo y a Set sus testículos…!». Aquí el genio solar adopta el papel de Thot, como quien corrige los desórdenes de ambas deidades.


[2] Una división ya apuntada por A. Bayoumi, Autour des Champs des Souchets et du Champ des Offrandes (El Cairo, 1940), 40, quien se equivocó al asignar la primera parte a la «tradición osiriana».
[3] H. Te Velde, Seth, God of Confusion. A Study of His Role in Egyptian Mythology and Religion (Leyden, 1967), 33.
[4] Sobre el «episodio homosexual», ver i.a. J. Gwyn Griffiths, The Conflict of Horus and Seth from Egyptian and Classical Sources (Liverpool, 1960), 41 y ss.; H. Te Velde, o.c., 32 y ss. Cf. TdP § 1463, en donde se dice que el Primer Tiempo o Era Primordial era un tiempo cuando «el Ojo-Uedyat no se había vuelto amarillo (aún)».
[5] Sobre este tópico, ver las evidencias recolectadas por H. Te Velde, o.c., 45 y ss.
[6] Esto evidentemente surge de TdP §§ 946-7, en donde el Barquero Celestial es llamado para cumplir el papel de enmendador de los desórdenes entre Horus y Set, un rol que sabemos muy bien cumplía el dios-ibis Thot; cp. e.g., TdP § 1233; CT IV, 66 y 234; LdM Dicho 17, ll. 64 y ss., y esp. ll. 72 y ss.
[6ª] Una prueba definitiva de la relación entre Thot y el Barquero Celestial se encuentra en la manera en que ellos fueron creados: en los llamados «Sarcasmos contra los adoradores de Osiris» (ver É. Drioton, «Sarcasmes contre les adorateurs d’Osiris» en Mélanges Dussaud II [París, 1939], 495-506), el dios-ibis es llamado «Uno que ignora su origen» (TdP § 1271), esto es, la deidad es huérfana. Por otra parte, en §§ 1183-6, encontramos una muy curiosa descripción del nacimiento del barquero solar, que reza así: «… yo (= el Rey) soy tu alfarero en la tierra, quien ha roto el huevo (?) cuando (la diosa cielo) Nut nació. He venido y he traído para ti esta mansión tuya que construí para ti, en aquella noche cuando naciste…: ¡es una jarra de cerveza! ¡(Por eso) tú eres uno que ha sido encontrado, uno ignorante de su padre y que no conoce a su padre!…». De esta manera, el genio carece de padres declarados y, por lo tanto, el mismo estatus de orfandad es impuesto a ambos entes sobrenaturales. Aprovechamos para, a título meramente informativo, agregar que, en la tradición griega, Heracles sigue al sol navegando en una jarra; ver W.H. Roscher (ed.), Ausführliches Lexicon der griechischen und röminschen Mythologie I/2 (Leipzig, 1886), col. 2204. Ver tamb. F. Max Müller, Mitología egipcia (Barcelona², 1996), 59-60.

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