II Historia del edificio
Foto 9a.- Fortaleza Medieval
El edificio del Museo del Louvre es uno de los más impresionantes de París y como todos los monumentos que perduran durante siglos ha sufrido infinidad de destrucciones, reformas y ampliaciones hasta llegar a su estado actual. Como es lógico también ha albergado a diferentes personajes y ha servido para distintas funciones. Su andadura empieza cuando Felipe Augusto construye una muralla alrededor de París, en el año 1190, y, para protegerse de los anglo-normandos, erige la fortaleza que vemos en el grabado, a la que se llamó el Louvre.
Fue Francisco l quien comienza la transformación del recinto en un edificio renacentista que admiró a nuestro rey Carlos I, cuando atravesó con sus tropas Francia para sofocar una sublevación en Gante en 1540. Los sucesores de Francisco I destruyen paulatinamente la fortaleza medieval para agrandar el palacio renacentista. Con Enrique II, la familia real habita el nuevo Palacio del Louvre, pero, cuando muere, su viuda, Catalina de Médicis decide abandonarlo encargando al arquitecto Delorme la construcción del Palacio de las Tullerías. Cuando Enrique IV sube al trono, concibe un proyecto grandioso: la unión del Louvre con las Tullerías. Para ello construye la Gran Galería al borde del Sena. Esta obra fue eterna, puesto que no se terminó hasta Napoleón III en 1854.
Foto 10.- Grabado de la Columnata Luis XIV
En 1610 Enrique IV muere asesinado y las obras de Louvre se abandonan durante unos 15 años, hasta que Luis XIII decide reemprenderlas en 1625. Edifica, entre otras cosas, el Pabellón del Reloj adornando con cariátides su último piso; hoy se denomina Sully y alberga la colección egipcia. Con Luis XIV, el arquitecto Le Van comienza, en 1660, el engrandecimiento del Palacio tratando de terminar las alas de forma simétrica a lo ya construido y cerrando los patios como la Cour Carrée. De esta forma dobla la largura del palacio y acaba de destruir la antigua fortaleza medieval. La famosa columnata Perrault embellece la fachada que mira a la ciudad (grabado). Sin embargo, el Rey Sol escoge enseguida como residencia Versalles y las obras del Louvre se vuelven a parar. También varía su utilidad, ya que allí se instalan la Academia Francesa, la Academia de Pintura y Escultura, la Academia de Ciencias, además de una población heterogénea de artistas que modifica las estancias a su gusto, hasta que Luis XIV ordena devolver al Louvre su esplendor.
Foto 11a.- Apertura del Museo 11b.- Estructura de la Pirámide
Con la Enciclopedia y Diderot especialmente, surge la idea de presentar en el Louvre las obras maestras de la Corona y en 1776 la Gran Galería se transforma en el Museo Francés. Pero es después de la Revolución, en el año 1793, cuando se abre al público, al principio sólo los fines de semana, con el nombre Museo Central de Bellas Artes. A pesar de ello, el Palacio siguió participando en la vida política del país y la Gran Galería fue uno de los lugares donde se celebraron algunas recepciones con motivo del matrimonio de Napoleón con la princesa austriaca María Luisa. El Museo pasó a llamarse Museo Napoleón y en él se recogieron las obras de arte tomadas como botín de guerra en todos los países conquistados. Pero a la caída del emperador, en 1815, Francia devolvió a los aliados las obras requisadas. Con la Restauración comienza el Museo una política de compras y donaciones.
Desgraciadamente en las revueltas de 1871 se destruye el Palacio de las Tullerías devorado por el fuego y nunca volvió a reconstruirse. El Louvre mostraba en solitario su belleza y personalidad hasta que, en 1981, el presidente Mitterand decidió ampliarlo con el ala Richelieu que entonces ocupaba el Ministerio de Hacienda, y presentó un atrevido proyecto de reforma del arquitecto IEOH MING PEI. Este arquitecto es de origen chino pero nacionalizado americano, estudió en Massachusset y en Harvard y tenía experiencia en museos por la ampliación del museo de Washington y una reforma en el de Boston. Tras numerosas discusiones sobre la construcción de las famosas pirámides de cristal, las obras del Gran Louvre terminan en 1989. El departamento egipcio se cerró durante dos años para su remodelación y se abrió al público en Octubre de 1997. En la actualidad consta de más cincuenta y cinco mil obras del Egipto faraónico, pudiéndose considerar una de las colecciones más importantes del mundo.