El Ashmolean Museum of Art and Archaeology se encuentra en la localidad inglesa de Oxford, siendo el primer museo universitario de cuya creación se tiene constancia. En sus inicios contó con la donación de la colección de antigüedades que poseía Elías Ashmole (1646-1691), procedente en su mayoría de la familia Tradescant y, posteriormente, con el legado arqueológico de Arthur Evans en 1884. A lo largo de los años se fue ampliando con piezas procedentes de excavaciones arqueológicas en Egipto, y antigüedades que se adquirían de Italia y Oriente Medio por diferentes vías.
Las instalaciones del museo, remodeladas en la pasada década, exhiben hoy día sus colecciones del Antiguo Egipto, arte minoico, estatuas griegas y romanas, arte islámico, indio, chino y japonés, así como pinturas de Rafael, Rembrant, Tiziano, Turner o Picasso, entre otros objetos curiosos de diferentes épocas, estilos y marcos geográficos.
Las principales piezas del Antiguo Egipto proceden de las excavaciones británicas en Egipto llevadas a cabo desde la década de 1880 hasta finales de la década de 1930. Las excavaciones de la Universidad de Oxford en el sur de Egipto y Sudán desde 1910 en adelante agregaron una colección representativa de material nubio que también veremos.
En la galería de acceso se exhiben piezas de los orígenes de esta antigua civilización desde el período paleolítico (c. 1.000.000–10.000 a. C.) hasta la unificación del país bajo un solo rey al comienzo del Período Dinástico Temprano (c. 3100 a. C.) y esta presidida por las sorprendentes estatuas de piedra caliza del dios de la fertilidad Min (fechadas hacia el 3300 a. C.). Estas son dos de las tres estatuas de la deidad egipcia que fueron excavadas en Koptos en 1893–1894 por William M. Flinders Petrie.
El dios Min era venerado desde tiempos predinásticos, considerado dios de la fertilidad y la sexualidad lo vemos como su mano rodea su pene. Dicha fertilidad no solo debemos considerarla como procreación humana, también es extensiva a la agricultura para la germinación de las semillas en los campos, siendo además dios protector de los viajeros, caminos y desiertos, llamado asimismo “Abridor de las nubes” en alusión al trueno y la lluvia (S. Alegre, 2017)
Junto a estas se muestra también otra estatua de piedra de dimensiones semejantes de un hombre que bien pudiera haber sido un oficial o un rey pues en su mano derecha podía haber tenido en su día una cabeza de maza.
La colección recoge en sus vitrinas expositoras artefactos procedentes de las excavaciones realizadas por F. Petrie y F. Green en yacimientos de Nagada, Abadiya, Abidos y del “Main Deposit” de Hierakómpolis que es el mayor depósito de objetos votivos de finales del Predinástico y primeras dinastías excavado en el recinto del templo. Hierakómpolis, la «Ciudad del Halcón», es una de las ciudades predinásticas más grandes que se excavarán en Egipto.
En las vitrinas con mural se han reproducido dibujos de los frescos que en su día se hallaron en la tumba 100 de procesiones de barcas en alusión al ceremonial funerario regio y otros motivos secundarios asociados a la caza, la guerra y el dominio. Nos encontramos así con cantidad de estatuillas de animales y figurillas humanas de arcilla, hueso o marfil, cabezas de maza discoides y piriformes, paletas romboides y puntas de flecha, además de vasijas de cerámicas tanto de ámbito doméstico como funerario, maquetas que reflejan quehaceres de la vida cotidiana, y objetos personales.
F.Petrie estableció las bases de la arqueología egiptológica científica, sus estudios se encaminaron a la datación por secuencias a partir de formas, dibujos y materiales empleados en la cerámica observando que no siempre se daban todos los tipos de cerámica en todas las tumbas fijando la llamada “Sequence dating”.
En las vitrinas podemos observar cerámica del período de Badariense con su color rojizo característico y borde e interior en negro, sin decoración alguna, así como de Nagada: cerámica de Nagada I, roja con decoración lineal blanca, y de Nagada II, color beige con decoración en marrón o rojo con motivos nilóticos.
Las paletas de cosméticos de uso cotidiano, las mazas y cuchillos como útiles de guerra, con el tiempo evolucionaron y alcanzaron otro cometido, mágico-religioso, vinculado con el poder y carácter votivo por el que se establece un puente entre los dos mundos: el de los vivos y el de los muertos. Con decoraciones de tipo cinegético o bélico, con un marcado simbolismo, se convierten en elementos transmisores de ideas. Según el Dr. J.Cervelló constituyen los primeros documentos de la unificación que fundamentalmente tratan cuatro temas: la dialéctica orden-caos, el ritual regio, la caza, la guerra y el dominio (Parra, 2011)
En la colección encontramos la Paleta de los Dos Perros, del Predinástico tardío, Nagada III, cuyo argumento es la contención del caos, en la que se pueden observar dos cánidos enmarcando escenas de confrontación entre animales salvajes.
En la siguiente fotografía, en su parte superior tenemos la cabeza de maza de Narmer, cuya iconografía es la fiesta de Sed o de rejuvenecimiento del rey y de regeneración del mundo, en la parte inferior está la cabeza de maza del rey Escorpión, el rey esta representado con faldellín, atuendo que lo caracterizará desde el Reino Antiguo, corona y cola de toro, frente a su cara una roseta y un escorpión, interpretados dichos signos como su nombre ante la ausencia de serekh, serían algún epíteto real en alusión a las fuerzas naturales que el rey encarna.
En la entrada a la galería de Egipto Dinástico y Sudán vemos un expositor con un gran león rojo de cerámica, modelado con una sorprendente mezcla de realismo y estilización, particularmente en el tratamiento de su melena. Esta figura pudo haber servido como guardián frente a un edificio temprano en Hierakómpolis. Tal como señala Elisa Castel en su Diccionario de símbolos y signos en el Antiguo Egipto, el león representó el poder, la ferocidad, la protección y fue símbolo de soberanía, encarnando la fuerza, el valor y la defensa, será una figura que veremos representada frecuentemente en la iconografía.
Estatua de Khasekhemy, rey de la Dinastía II, c.2686 a.C.
Estela funeraria de Sheri y su mujer
En esta inscripción jeroglífica podemos observar en la parte superior izquierda el cartucho con el nombre del rey Merira (mry-r‘)Maqueta reproduciendo silos
Las narraciones de Heródoto, Diodoro o Plinio fueron las primeras que aportaron información sobre la vida y cultura egipcia pero desde el siglo XIX en que se hicieron las primeras expediciones se ha ido construyendo la historia del antiguo Egipto a través de los restos arqueológicos y fuentes documentales, dando lugar, en ocasiones, que nuevos hallazgos den lugar a planteamientos de nuevas hipótesis y se reescriba la historia.
Los asentamientos descubiertos con sus enterramientos, las necrópolis con tumbas y sus ajuares funerarios, así como los templos y recintos de culto han sido la base informativa para el conocimiento de la vida cotidiana y familiar del difunto y de los ritos que se observaban para esa vida Más Allá de la muerte, teniendo presente que mayoritariamente se refieren a la realeza y personas de la élite o más favorecidas de la sociedad.
Las siguientes fotografías nos muestran estelas funerarias, ataúdes, y las vitrinas que contienen artefactos procedentes de excavaciones en la zona de Lahun, como papiros, escarabeos, amuletos, ushebtis, vasos canopos, reposacabezas, adornos personales, vasijas, herramientas de trabajo…
Bajo el título “Living in the tomb” se explica en sus carteles la evolución de los enterramientos, los rituales y el culto observado haciendo mención expresa al mito de Osiris y las fórmulas y sortilegios del Libro de los Muertos.Si el culto a los dioses fue importante no lo fue menos el culto a los difuntos. La preparación de las moradas para la eternidad y los ajuares funerarios, las ofrendas, estaban dirigidos para que el difunto gozará en la eternidad de una buena vida después de sortear los peligros del inframundo.
Falsa puerta de la tumba del oficial Nemtywer. La “falsa puerta” fue un elemento arquitectónico importante en las tumbas dado que era el umbral entre el mundo de los vivos y los muertos. Se situaba en la pared oeste de la capilla, la coordenada en la que se asociaba la tierra de los muertos, para que el espíritu del difunto pudiera atraversarla.
Jamba de puerta perteneciente a Senwesret I (Koptos, Dinastía XII) en la que se pueden apreciar dos cartuchos con su nombre, de los cinco que tenía el rey, correspondientes al nombre de Horus, ‘nx mswt : “El que genera la vida”, y su Sa Ra, sn wsrt: “señor de Usert”.
Ataúdes y momia del sacerdote de Montu Djeddjehutyiewe, Procedentes de Deir el Bahari
Ataúd momiforme de Meresamun, cantora de AmónFigurillas del dios Osiris y colección de usbhetis
Vasos canopos, sarcófago y amuletos
Figurillas, pequeñas estelas y maquetas funerarias Maqueta funeraria
Estatua del oficial Amenhotep-Huy procedente del templo de Ptah en Menfis
La pieza central de la siguiente galería es el Santuario del rey kushita Taharqa, construido originalmente alrededor del año 680 aC como parte del complejo del templo en Kawa en Nubia (antiguo Sudán) por dicho faraón en honor del dios Amón, los relieves de arenisca que presenta se habrían pintado de colores brillantes en su día y muestran diferentes escenas del rey acompañado de los dioses Amón-Re, Sekhmet, Anukis, Mut.
El santuario fue desmontado y llevado a Oxford en 1936 en cientos de cajas de madera, reconstruido tal como se ve ahora, sobre una base de dos metros de profundidad para soportar su enorme peso.
Esta estatua de tamaño natural del Carnero de Amón originalmente habría flanqueado (junto con su compañero) uno de los umbrales en el complejo del templo. La base está tallada con una inscripción jeroglífica que proclama a Taharqa como el hijo de Amón. Una pequeña figura de Taharqa se encuentra protegida bajo la barbilla del carnero que representa al poderoso dios del sol y el aire: Amun-Re, evocador de poder y fuerza. El rey Taharqa fue el tercero en la línea de los gobernantes kushitas de la Dinastía XXV, también llamada “de los faraones negros”, originarios de la ciudad estado de Napata. A finales del III Período Intermedio, época de gran crisis política y religiosa y vacío de un poder centralizador, estando invadida por los libios la parte Norte de Egipto, serán los gobernantes del reino de Kush con Kashta quienes inicien una expansión militar hacia el Norte logrando la estabilidad administrativa y territorial que se necesitaba con Pianji, iniciador de la Dinastía XXV, y sus sucesores. Consolidaron su poder y la unificación del país.
El museo posee también una pequeña muestra del período de Amarna y recojo lo más destacable, bajo mi punto de vista, en las siguientes fotografías: dos estatuas sin cabeza de Akenatón y Nefertiti, que responden al canon que marco un estilo más realista; una vasija de cerámica que habría sido decorada con vivos colores; un fragmento de mural pintado representando a dos princesas reales y relieves.
Concluyo este recorrido por la colección egipcia del museo con una pequeña muestra de objetos egipcios pertenecientes al período grecorromano cuando el país del Nilo era una provincia más del Imperio romano, en la que se dio una sinergia cultural, una adaptación de tradiciones y costumbres entre las respectivas civilizaciones en el arte funerario y así podemos ver: momias de animales ibis y cocodrilo, sistros, estelas, figurillas del dios Bes y cippus de Horus, el ataúd del oficial del tesoro Ptahhetep, sendas estelas de Ptolomeo I (de basalto negro) y Ptolomeo VIII y unas momias, que se encuentran en la antesala de la colección arqueológica dedicada a Grecia y Roma, en una de ellas aparece el retrato pintado de la difunta, la cara muestra sus rasgos algo idealizados o referidos a la mejor época de ésta.
Marzo 2020
Texto y fotografías de M. Pilar Ceresuela
Breve bibliografía
-S. Alegre, Dioses, mitos y rituales, Ed. Dilema, 2017.
-E. Castel, Diccionario de Signos y Símbolos del antiguo Egipto, Ed. Alderabán, 2009.
-J.Miguel Parra, El Antiguo Egipto, Ed.Marcial Pons Historia, 2011.
Enlace al Museo Ashmolean en el Atlas de de Museos de Amigos de la Egiptología