Arqueólogos buscan faraón perdido al sur de Egipto
Por Coordinadores de AE
Creación: 8 noviembre, 2000
Modificación: 8 noviembre, 2000
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Arqueólogos alemanes que excavan tumbas antiguas al sur de Egipto están a pocas semanas de confirmar si el suelo desértico contiene los restos perdidos de un faraón, informó el lunes Guenter Dreyer, jefe del equipo de expertos.

Una decena de arqueólogos, egiptólogos y estudiantes, tamiza diariamente las arenas cercanas a Abidós, unos 500 kilómetros al sur de El Cairo, en el área mortuoria más antigua de Egipto. Según Dreyer, que es además jefe del Instituto Alemán de Arqueología en El Cairo, si las sospechas se confirman las ruinas podrían guardar la tumba nunca hallada de un faraón conocido como Escorpión II, muerto hace unos 5.000 años.

En la necrópolis real de Abidós, el equipo ha descubierto ya la más antigua tumba real y la evidencia de escritura de mayor antigüedad. Dreyer cree que las dunas guardan más secretos todavía. «Hemos hallado a dos predecesores –incluyendo a Escorpión I– y a dos de sus sucesores.

Todavía hay un rey perdido llamado Escorpión II y pienso que sólo podría estar allí», dijo a Reuters. «Están todos enterrados allí, y en mi opinión, es allí donde Escorpión II también debe estar». Los arqueólogos remueven, capa tras capa, los depósitos de arena sobre el lugar que presumen es el área de la tumba. Parte de esta arena, a su vez, data de las primeras excavaciones de hace ya miles de años.

Durante aquellas búsquedas, los antiguos egipcios procuraban hallar la tumba del dios rey Osiris. Las excavaciones egipcias, y otras llevadas a cabo hace unos 100 años, cubrieron con enormes cantidades de arena el lugar donde Dreyer cree que Escorpión II podría estar. «Una vez que hayamos removido los depósitos de arena, estaremos en condiciones de decir si yace una tumba bajo el desierto», dijo Dreyer.

No obstante, advirtió que aunque efectivamente el faraón esté bajo esa tierra, es probable que su tumba haya sido saqueada por profanadores hace miles de años. «Pero los profanadores de tumbas no estaban interesados en el tipo de cosas que a nosotros nos importan, como tablas y muestras de escritura», observó Dreyer. «Así que aunque hayan robado muchos de los tesoros del faraón, un gran número de objetos interesantísimos seguramente sigue allí».

Fuente: CNN en Español
http://www.cnnenespanol.com/2000/enfoques/11/06/egipto/index.html

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