Acerca de la iconografía de NFRT-IMNTT (Neferet Imentet), la personificación del Oeste en la Religión Egipcia Antigua
Por Jorge Roberto Ogdon
30 octubre, 2002
Modificación: 21 abril, 2020
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C. El desierto antropomorfo

La concepción antes mencionada parece que tuvo un desarrollo paralelo en tiempos del Reino Nuevo: el «desierto antropomorfo». La interpretación del simbolismo de imntt, tal como la hiciéramos en nuestro artículo mencionado, en el cual el elemento «montaña, colina» está ausente (contra i.a. B. Bruyère), nos ayuda ahora a identificar una típica representación registrada en pinturas tumbales y papiros, cual es aquella escena en la que dos senos femeninos, provistos con brazos humanos, reciben y abrazan al disco solar (ver figuras 7-8)[15]. Una de las muchas pinturas similares en las tumbas civiles tebanas[16], muestra tal figura reposando sobre las arenosas colinas del horizonte, tal como era el caso del propio Emblema Occidental y la forma serpentina de la diosa en otros monumentos (ver supra § A.2).

Figura 7. Tumba (TT 1) de Sennodyem, Deir el -Medina, dinastia XIX

Figura 7. Tumba (TT 1) de Sennodyem, Deir el -Medina, dinastia XIX.

Se ha supuesto a priori que esta imagen representa a la diosa del cielo, Nut, pero éste no parece ser el caso[17], ya que la figura no representa a ninguna parte del cielo, sino al Desierto Occidental, como el cotidiano receptor del sol poniente; por ello, nos preguntamos hasta

Figura 8. Tumba (TT 335) de Najtamon, Dira Abu'n Naga, dinastia XIX

Figura 8. Tumba (TT 335) de Najtamon, Dira Abu’n Naga, dinastia XIX.

donde dicha figuración no representa a la propia Diosa del Oeste, quien era la personificación primitiva y genuina del Occidente como región sagrada dentro de la mitología heliopolitana. En tal sentido, debemos recordar que Nfrt-imntt fue frecuentemente llamada z(my)t-imntt, «El Desierto de La Occidental», en tiempos tan tempranos como los mediados del Reino Antiguo[18]. Las escenas en las tumbas (TT 218) de Najtamón y (TT 341) de Neferrenpet, datadas en el Reino Nuevo, muestran a ese grupo sobre un fondo que imita las faldas arenosas del desierto líbico, en tanto el Emblema Occidental es usualmente representado de la misma manera (ver figura 9). Es más, debemos llamar la atención sobre una viñeta del papiro de Jonsumose, ahora en el Museo de Arte e Historia de Viena y fechado en la Dinastía XXI, en el cual el Desierto humanizado no es otro que el mismísimo Emblema Occidental[19].

Figura 9. Papiro (Museo de Leyden) de Qenna, Reino Nuevo Tardio

Figura 9. Papiro (Museo de Leyden) de Qenna, Reino Nuevo Tardio.

[15] Ejs.: a) tumba (TT 341) de Neferrenpet; H. Satzinger, en Göttinger Miszellen. Beiträge zur Ägyptologischen Diskussion 50 (1982), 64 fig.; b) tumba (TT 335) de Najtamon (ver figura 8).
[16] Tumba (TT 1) de Sennodyem (ver figura 7); B. Bruyère et al., La tombe no. 1 de Sen-nedjem à Deir el-Médineh I-II (El Cairo, 1959), lám. I.
[17] Cp. i.a. Budge, The Gods of the Egyptians I (Nueva York, reed. 1978), 63 yss.; II, 417 y ss.
[18] Ver i.a. A. Mariette, Les mastabas de l’ancien empire (París, 1889), 433.
[19] Lothe-Hassia, o.c., lám. IV.

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