Heraclion
Según antiguos textos e inscripciones, Heraclion había desaparecido. Aun antes de la creación de Alejandría había sido el centro de comercio que los griegos tenían que atravesar antes de subir por el Nilo hacia Náucratis, una próspera ciudad más al sur. Heraclion también fue famosa por su templo de Amón, deidad suprema del panteón egipcio.
Las excavaciones permitieron la situación precisa de Heraclion, identificada por los restos de su templo. Más trascendental fue el descubrimiento de una estela que ofreció una prueba de que Heraclion y Tonis (ciudad citada por Diodoro de Sicilia como puerto obligatorio de entrada a Egipto) eran la misma ciudad.
Heraclion tomó su nombre de Heracles (Hércules). Según la leyenda, fue fundada en el mismo punto donde el semidiós pisó suelo egipcio; un templo fue erigido en el lugar y dedicado a Amón, cuyo hijo, Khonsu, fue identificado con el héroe griego.
Restos de estatuas
Época Ptolemaica (305 – 30 a.C.)
Realizadas en granito negro
Restos de estatuas de las del tipo llamado “hombres drapeados”.
Reina vestida de Isis
Época Ptolemaica (305 – 30 a.C.)
Realizada en granito negro
Bella representación de altura superior a la normal. Han desaparecido las incrustaciones de los ojos que personalizarían su rostro. La postura respeta los cánones del estilo faraónico, pero también se aprecia distinta concepción artística presente en el realismo del modelado y la fisonomía. En su mano izquierda lleva el Ankh (símbolo de vida) y sobre su pecho el nudo de Isis.
Esfinge de Nectanebo II
Siglo IV a.C.
Realizada en granito negro
Esfinge representada en la postura tradicional, con el rostro ovalado, liso y carente de expresión, con labios llenos cuidadosamente modelados, nariz angulosa y finos arcos superciliares que enmarcan unos ojos almendrados. La falta de inscripciones dificulta la identificación del rey al que representa. El diseño del nemes, la disposición de los paños y la forma del ureo, permiten relacionar esta escultura con las esfinges encontradas en el Serapeum de Sakkara, atribuidas a Nectanebo I.
Portaestandarte y estandarte
Siglos VI – III a.C.
Realizados en bronce
El chacal simboliza al dios Anubis “el que abre los caminos” del Mas Allá y dios de la momificación.
Horus en forma de dios halcón, está tocado con el pschent, doble corona que representa el Alto y Bajo Egipto. El que lo lleva, dios o faraón, afirma su poder en las dos zonas del país.
Deposito de ofrendas
Siglos VI – II a.C.
Realizados en plomo
Estas ofrendas, miniaturas de objetos de la vida cotidiana, son modestas: un reposacabezas, una vasija, una ánfora, un cacillo…. También relatan la vida del pueblo.
Tesoro de monedas
Época Ptolemaica (305 – 30 a.C.)
Realizadas en bronce y plata chapada
Estas piezas, que se encontraron juntas, has suscitado numerosas hipótesis. Según una de ellas, podría tratarse de un depósito votivo originalmente enterrado.
Cuenco
Siglos VI – II a.C.
Realizado en plata
Se trata de la única pieza de vajilla de plata que se ha encontrado en las excavaciones. Este metal era raro en Egipto y era necesario importarlo.
Cubilete
Siglos VI – II a.C.
Realizado en alabastro
El alabastro se reservaba con frecuencia a los recipientes para productos cosméticos.
Estatuillas
Siglos VI – II a.C.
Realizadas en bronce
Estatuillas con cabeza de leona representando a la diosa Sacmis. Su nombre significa “la poderosa” y puede ser destructora o benéfica.
Cabeza del dios Amón
Siglos VI – II a.C.
Realizada en bronce
Aquí encontramos al dios Amón representado en su forma humana. Reina sobre los hombres y el universo terrestre y también sobre los dioses.
Elemento de corona
Siglos VI – II a.C.
Realizado en bronce
Doble ureo dotado de discos solares. Probablemente se cayó de la corona sobre la que estaba fijado.
Amuleto
Siglos VI – II a.C.
Realizado en esteatita, largo 1,35 cm., ancho 1 cm., grosor 0,6 cm.
Minúsculo amuleto en forma de estela. Los brazos implorantes del personaje arrodillado están coronados con un disco solar. La esteatita es una piedra blanda, fácil de trabajar, que se endurece con el fuego.
Estatuilla de divinidad (¿Nefertum?)
Siglos VI – II a.C.
Realizado en plomo, altura 9,4 cm. ancho 2,2 cm.
Estatuilla en posición erguida, con el pie izquierdo adelantado en la actitud característica de los dioses y los hombres. Porta un tocado muy elaborado pero muy deteriorado, parece el de flor de loto rematado con altas plumas usado por Nefertum, hijo de Ptah y de Sacmis.
Barca votiva
Época Ptolemaica (305 – 30 a.C.)
Realizada en plomo, altura 6,2 cm. largo 37,3 cm.
La imaginería basada en el río ocupaba una posición central en la religión egipcia. Los dioses viajaban sentados en botes de papiro a través del cielo, y las capillas que contenían sus imágenes de culto, eran transportadas por tierra en elaboradas barcas. Con el fin de lograr un estilo más realista, los papiros trenzados de la barca se representan mediante estrías.
Estatuillas de Isis Lactans y de Osiris
Siglo VIII- I a.C.
Realizado en bronce
Isis lleva la corona de dos cuernos y disco lunar y Osiris el cetro y el flagelo, insignias de su poder. Estas estatuillas han sido encontradas juntas en el fondo del agua.
Plaquita de fundación
Época Ptolemaica, reinado de Ptolomeo III
Realizada en oro
Esta plaquita de oro, grabada con un texto griego en trazo punteado, corresponde a un depósito de fundación realizado por Ptolomeo III para la creación de un gimnasio dedicado a Heracles.
Figurilla de niño dios
Baja Época (siglos VIII – IV a.C.)
Realizada en fayenza
El objeto cilíndrico que sujeta el personaje podría ser el “testamento de los dioses”, que convierte al dios niño en el modelo del heredero predestinado. Probablemente se trata de Khonsu asimilado a Harpócrates.
Corona de Khonsu
Siglos IV – I a.C.
Realizado en bronce
Esta corona compleja, llamada “hem-hem”, se compone de dos cuernos de carnero sobre los que se disponen tres haces de papiros, rematado cada uno de ellos por el disco solar y flanqueados por plumas y serpientes erguidas.
Naos
Época Ptolemaica (305 – 30 a.C.)
Realizado en granito rosa
Este naos, descubierto cerca del gran naos de Amón, podría ser el de Khonsu. La típica corona “hem-hem” del dios se ha encontrado a poca distancia.
Cuba
Época Ptolemaica (305 – 30 a.C.)
Realizada en granito rosa
Esta cuba de piedra (llamada “cuba jardín”) se utilizaba principalmente para la fiesta de los misterios de Osiris. En ella se depositaba una efigie del dios amasada con semillas de cebada. Las semillas se regaban hasta que germinaban. Entonces la efigie se exponía al sol, se dejaba secar y después se transportaba hasta Canopo en una barca de madera chapada en oro. Entonces el “cadáver” se enterraba o se arrojaba al agua.
Esta cuba se encontró en la zona del templo de Heraclion, detrás de los naos de Amón y Khonsu. Sin duda estuvo destinada posteriormente a otros usos que no tenían nada de religiosos.
Estela de Ptolomeo
Segunda mitad del siglo II a.C.
Realizada en granito rosa
Este monolito es la pieza más monumental de la exposición, con sus 6,10 metros de altura y sus más de 15 toneladas de peso. Se alzaba antaño en las proximidades del templo de Amón-Gereb, en Heraclion y se halló partido en múltiples fragmentos, sin duda como consecuencia de un terremoto. En esta estela, hecho infrecuente, coexisten caracteres jeroglíficos y griegos. Los especialistas han llegado a descifrar datos que ilustran las preocupaciones del clero de Heraclion y las decisiones del rey.
En la parte superior se puede ver a Ptolomeo VIII acompañado de sus esposas Cleopatra II y III, oficiando ante Amón, la diosa madre Mut y una hilera de soberanos lágidas divinizados. Los textos, tras el tradicional elogio al rey, hacen referencia a varios asuntos relativos a la vida religiosa local. Hablan del desplazamiento de una estatua de Amón Ra a la villa de Diospolis Kato (Tell el-Balamun), recuerdan los favores del soberano en honor de una diosa, posiblemente Mut, mencionan la ofrenda en forma de trigo que se hace anualmente a los dioses, en particular a Amón. También se muestra el interés del rey por los templos egipcios y sus sacerdotes.
Colosos
Coloso de una reina
Época Ptolemaica (305 – 30 a.C.)
Realizada en granito rosa, altura 4,9 m.
El tocado de la reina combina el disco solar, dos altas plumas de rapaz y los cuernos de la diosa Hathor, asimilada a Isis. En el centro de su frente se alza una cobra, una túnica finamente plisada cubre el cuerpo de la soberana, dos largos faldones caen desde la cintura a los tobillos. Durante la dinastía XIX , este modelo de vestimenta es característica de las esposas reales y las divinidades vestidas de reinas. Esta estatua ya había sido restaurada en la antigüedad.
Coloso de un rey
Época Ptolemaica (305 – 30 a.C.)
Realizada en granito rosa, altura 5 m.
El rey y la reina glorificados y divinizados velan por el templo y se exponen para ser adorados por sus súbditos. Esta pareja real se puede asimilar a los colosos de Ramses II y Nefertari esculpidos en la fachada del pequeño templo de Abu Simbel. Sin embargo estas estatuas son de la Época Ptolemaica.
Coloso del dios Hapi
Época Ptolemaica (305 – 30 a.C.)
Realizada en granito rosa, altura 5,4 m.
Se trata de Hapi, dios del Nilo y de la fecundidad. Este hombre regordete lleva una tabla de ofrendas a los dioses del santuario en nombre del rey. Su rostro tiene una expresión neutra, al contrario de los de la pareja real más expresivos, y esta idealización dificulta la datación. La estatua se encontró rota en siete fragmentos. El análisis de los detalles esculpidos y de los desperfectos hace pensar que ya había sido objeto de numerosas reparaciones en la antigüedad.
Pesas
Siglos VI- II a.C.
Realizado en plomo
Las dos de la izquierda están decoradas con una tortuga y con media tortuga y marcadas con cuatro letras griegas. En las otras varios motivos de decoración.
Estela de Nectanebo I
378 a.C.
Realizada en granito negro
Esta estela es uno de los extraordinarios hallazgos realizados en el templo de Heraclion; es la gemela de otra estela descubierta hace algo más de un siglo en Náucratis, casi idéntica en su forma y contenido. Erigida por orden del faraón Nectanebo I (378 – 361 a.C.) en el primer año de su reinado, en ella se manifiesta su decisión de cobrar un diezmo por las mercancías importadas o fabricadas por los griegos que transitasen por la ciudad de Tonis. Este dispositivo fiscal se instauraba para favorecer la construcción de un templo de la diosa Neit, situado en Náucratis.
La mención de Tonis en la estela encontrada en Heraclion confirma que Heraclion y Tonis eran una misma ciudad, permite afirmar su papel como centro económico y puesto aduanero a la entrada del reino “para todo lo que proceda del mar de los griegos”.
Piedra excavada, 42 fragmentos de oro
Siglos VI – II a.C.
Piedra, oro
La piedra podría servir para depositar los sobrantes de oro de un orfebre. Colgantes en forma de almendra, anillo, eslabón decorativo en forma de flor, perlas, trozos de alambre y hojas de oro.
Pendientes
Época Ptolemaica (305 – 30 a.C.)
Realizados en oro
Algunos pendientes de motivos variados: pirámide de dieciocho gránulos, espirales, cabezas de león, hoz y decoración en filigrana y gránulos.
Anillos y colgantes
Época Ptolemaica (305 – 30 a.C.)
Realizados en oro
Dos anillos de oro, uno de chatón cuadrado, sin duda un anillo funerario, el otro de chatón oval.
Dos colgantes de oro, uno engastado con una perla de granate y el otro con un engaste móvil de cajón rectangular.
Anillo con cabujón oval
Época Ptolemaica (305 – 30 a.C.)
Realizado en oro, cristal o piedra
Este anillo se encontró al lado del cabujón muy cerca del templo.