La Biblia y el Libro Egipcio de los Muertos
Por Gerardo Jofre
1 abril, 2008
Libro de los Muertos de Any. British Museum. Foto: Archivo documental AE.
Modificación: 22 mayo, 2020
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Partiendo de la base de que la Biblia no es un texto funerario, ni una colección de sortilegios, como lo es el Libro egipcio de los Muertos, ni que ambos textos presentan una misma composición, ni derivan de una misma cultura y religión, no puede sostenerse una relación directa del Libro de los Muertos con la Biblia.

No obstante, no puede tampoco cuestionarse que el Libro de los Muertos tuvo un papel relevante en la cultura del antiguo Egipto, manteniendo su praxis durante el periodo coincidente con la composición del texto bíblico.
Toda vez que la Biblia es un texto heterogéneo donde se aprecian distintas influencias culturales en su composición (Egipto, Mesopotamia, etc.), no puede descartarse alguna vaga influencia del Libro de los Muertos sobre la Biblia, aunque sea a razón de un hito característico de la cultura egipcia que marco a las poblaciones vecinas, también politeístas y sujetas al dominio de Egipto.

Por consiguiente, este breve artículo únicamente pretende exponer algunos pequeños puntos que aparecen en el Libro Egipcio de los Muertos y que parecen también recogerse vagamente en la Biblia; lo cual, como antes ya mencioné, no significa en modo alguno que la Biblia contenga parte de esta obra egipcia o que ambas tengan una relación en sí, directa.
Comencemos pues con estos puntos:

Los Diez Mandamientos

En el capítulo CXXV del Libro de los Muertos (Papiro de Ani) se incluye una lista de juramentos para alcanzar la vida después de la muerte. Estas declaraciones juradas son confesiones negativas, que llevan implícito el mandato de los dioses egipcios a llevar una vida recta; algunas de estas confesiones se asemejan a mandamientos del decálogo israelita.

Cap. CXXV del Libro de los Muertos
El papiro de Ani, del Museo Británico – E.A.Wallis Budge
Éxodo, 20:1-17, 34:28, Deuteronomio 5:6 21 y 10:4
“En verdad, vine a ti y te traigo la Justicia y la Verdad. Por ti rechace la iniquidad”.
-“No herí a hombre alguno, ni hice daño a las bestias”.
-“No cometí delito en el lugar de la Justicia y la Verdad”.
-“No conocí mal: No actué perversamente”.
-“Cada día trabajé más de lo que se me pedía”.
-“Mi nombre no llegó a la barca del príncipe”.
-“No desprecié a Dios”.
-“No causé aflicción, ni ejercí aflicción”.
-“No hice lo que Dios abomina”.
-“No hice que su amo obrara mal con su siervo”.
-“A nadie le hice sentir dolor”.
-“A ningún hombre hice llorar”.
-“No cometí homicidio; ni jamás ordene a nadie que matara por mí”.
-“No perjudique a la gente”.
-“No hurte lo ofrendado en los templos; ni robé las tortas de los dioses”.
-“No me llevé las ofrendas efectuadas a los bienaventurados difuntos”.
-“No forniqué, ni mancillé mi cuerpo”.
-“Ni acrecenté, ni disminuí las ofrendas debidas”.
-“No robé de los huertos; ni pisoteé los campos”.
-“No hice agregados al peso de la balanza; ni aligeré el peso de los platillos”.
-“No quité la leche de la boca del infante”.
-“No aparté el ganado de sus apacentaderos”.
-“No tendí trampas al ave acuática de los dioses”.
-“No pesqué peces con carnada de sus propios cuerpos”.
-“No hice regresar el agua en su marea alta”
-“No interrumpí el cauce del agua corriente”.
-“No extinguí la llama en su plenitud”.
-“No descuidé las estaciones para las ofrendas asignadas”.
-“No alejé el ganado separado para el sacrificio”.
-“No impedí las procesiones del dios.Soy puro. Soy Puro”
-“No tendrás otros dioses delante de mí”.
-“No te harás ninguna escultura y ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o debajo de la tierra, en las aguas”.
-“No te postrarás ante ellas, ni les rendirás culto; porque yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, si ellos me aborrecen; y tengo misericordia a lo largo de mil generaciones, si me aman y cumplen mis mandamientos”.
-“No pronunciarás en vano el nombre del Señor, tu Dios, porque él no dejará sin castigo al que lo pronuncie en vano”.
-“ Acuérdate del séptimo día para santificarlo”. –“ Durante seis días trabajarás y harás todas tus tareas; pero el séptimo es día de descanso en honor del Señor, tu Dios. En él no harán ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el extranjero que reside en tus ciudades. Porque en seis días el Señor hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, pero el séptimo día descansó. Por eso el Señor bendijo el sábado y lo declaró santo.
-“Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una larga vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te da”.
-“No matarás ”.
-“No cometerás adulterio”.
-“No robarás ”.
-“No darás falso testimonio contra tu prójimo”. –“No codiciarás la casa de tu prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni ninguna otra cosa que le pertenezca.

Aunque aparezcan semejanzas con el Libro Egipcio de los Muertos, el decálogo israelita también está empañado de otros mandatos divinos no egipcios procedentes de Ebla, Ugarit y Canaán. Asimismo el decálogo contiene preceptos similares al código de Hammurabi que junto con tradiciones locales cananeas pudieron dar una primera forma a los Diez Mandamientos. Los eruditos bíblicos sostienen que las primeras fórmulas primitivas del decálogo (s.X-VIII a.C.) eran simples negativas (no matarás, no robarás, etc.), es decir, manifiestan además de prohibiciones, una distinción entre lo bueno y lo malo a los ojos de Dios, algo similar a las confesiones negativas que aparecen en el Libro Egipcio de los Muertos.

La balanza de Maat, el libro de Job y el libro de Daniel

El Libro Egipcio de los muertos contiene la escena del pesaje del corazón del difunto. El corazón emblema de la conciencia es pesado en la balanza y en el otro extremo es pesada la pluma emblema de la ley. Arriba doce dioses observadores están sentados sobre sus tronos: “Te ruego, oh tú que pesas lo justo, que guíes la balanza para que se estabilice”.

En el papiro del museo británico nº 9901, la diosa Maat está sentada en el centro del astil de la balanza. En otras versiones de esta obra, las dobles diosas Maat son representadas erguidas junto a la balanza observando el resultado del pesaje. También hay representaciones en donde la pluma es sustituida por la propia diosa Maat.

En otras versiones como la del papiro de Quenna, en vez de Maat, es anubis quien aparece en el astil y en otras variantes de la escena del pesaje del corazón, aparecen monos, el dios Horus, Osiris, Isis y Neftis. También aparece el dios Thot, y detrás de Thot el monstruo hembra Amam “el devorador” o Am-mit “el que come al difunto”.

Sección del Libro de los Muertos. Tebas,Dinastía XXI, 1075-945 a.C. (Imagen cortesía de The Metropolitan Museum of Art (New York) www.metmuseum.org

Sección del Libro de los Muertos. Tebas,Dinastía XXI, 1075-945 a.C. (Imagen cortesía de The Metropolitan Museum of Art (New York) www.metmuseum.org

La balanza fue una herramienta de uso común en el próximo oriente antiguo para pesar productos mercantiles junto con oro, plata, cobre, etc. La Biblia da mucha importancia al uso correcto de las balanzas:

Levítico 19:35-36:”No hagáis injusticia en juicio, en medida de tierra, en peso ni en otra medida.Balanzas justas, pesas justas y medidas justas tendréis. Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto”.

Pero la Biblia no solamente hace referencias a la balanza como dispositivo para el pesaje de productos en las transacciones comerciales (Amos 8:5, Proverbios 16:11; 20-23, Isaías 46:4; Jeremías 32:10, etc.). En el libro de Job podemos leer el pesaje del hombre ante Dios de manera similar al Libro Egipcio de los Muertos:

Job 31:5-6: “Si anduve con mentira, y si mi pie se apresuró a engaño, péseme Dios en balanzas de justicia, y conocerá mi integridad”

El contexto de este capítulo 31 es una confesión a modo de protesta, una defensa de la integridad de Job, exponiendo de forma paralela a las confesiones negativas del Libro Egipcio de los Muertos su inocencia y rectitud ante Dios a lo largo de su vida. Si volvemos a leer las confesiones negativas y el capítulo 31 del Libro de Job apreciaremos ciertas similitudes, tales como negar el engaño o la mentira, la iniquidad, el mal al prójimo, obrar contra el siervo, etc.

Esta obra está llena de complejidad, de hecho no hay consenso acerca de la fecha de su composición, tal vez pudo comenzar a redactarse en fecha postexílica, entorno al siglo VI-V a.C., pues es rico en lenguaje arameo, a la vez que contiene figuras que corresponden al periodo persa como “Satán”, sin embargo en su literatura aparece también un estilo de épica semítica más antigua (s.VIII a.C.), y paralelismos con la antigua literatura cananea, acadia, sumeria y egipcia. Así por ejemplo el Libro de Job tiene alguna similitud con la epopeya cananea de Keret, con “Las protestas del campesino elocuente”, un texto egipcio del siglo XXI a.C., o por último con el texto “El hombre y su Dios”, una tablilla sumeria del siglo XVIII a.C. La raíz del propio nombre “Job” (enemigo y penitente) ya aparece en textos de execración egipcios, en las cartas de Amarna, en Alalaj, en Mari, y en Ugarit.

Además, su autor anónimo, quien la tradición hebrea atribuye a Moisés, parece conocer distintas tradiciones orales mucho más antiguas al periodo persa, e incluso parece hubiera viajado a Egipto, pues además de los paralelismos con algunos textos egipcios, existe una alusión directa a Behemot (el hipopótamo del Nilo) para hacer referencia al país de Egipto:

(Job 40:15) “Mira ante ti a Behemot: él se alimenta de pasto como un buey”

Sin embargo el libro de Job no es el único de la Biblia que contiene el acto de pesar sobre la balanza al hombre frente a Dios. En el libro de Daniel, el profeta explica al rey Belsasar la visión que ha tenido, donde Dios recrimina al rey su deficiencia moral, su altivez, su falta de humillación y la profanación de objetos sagrados del Templo, profetizando por ello su caída a manos de los persas.
En esa declaración que Daniel hace al rey Belsasar podemos leer que al igual que en el Libro egipcio de los Muertos, la persona es pesada en una balanza ante Dios.

(Dn. 5:27) «Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto»

ADAN y EVA

Adán y Eva representados en un grabado francés del siglo XVII

Adán y Eva representados en un grabado francés del siglo XVII

El libro de los muertos es un texto fuente de un dilatado desarrollo cultural, siendo en si misma una obra dinámica, en el sentido de que además de haber distintas versiones, no hay un papiro que sea exactamente igual que otro. Para empezar, sus orígenes se remontan a los Textos de las Pirámides de la Dinastía V, para después enlazar con los Textos de los sarcófagos del Reino Medio y es a partir del imperio Nuevo cuando se le da la forma que hoy conocemos.

Al ser una guía que orienta al difunto, cada ejemplar contiene sus variaciones. Así por ejemplo un difunto que robó se excusa hábilmente ante los dioses, reconociendo que obró mal, pero que se arrepintió, queriendo devolver lo robado, sin tener tiempo para ello al sorprenderle la muerte. Entonces los dioses le premian permitiéndole ir al más allá.

En la antigüedad, un sabio era aquel hábil para responder delante del dios. En la Biblia no es así, sino que es sabio, aquel que se responsabiliza con aquello que responde. En la Biblia podemos apreciar dos ejemplos antagónicos: Por una lado en Génesis 3:11-12 podemos leer un diálogo entre Dios y Adán:

11.- “Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?”
12 .-“Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.”.

En este diálogo, al igual que el difunto que contesta hábilmente ante el dios egipcio, Adán contesta a Yhavé eludiendo la pregunta sin responsabilizarse y sin embargo a diferencia del pensamiento egipcio, Dios lo castiga y expulsa del paraíso. ¿Por qué?

En la antropología hebrea el hombre es visto como un ser compacto, sin partes. El hombre es como un libro unitario que puede verse de lado, de frente y por dentro. El hombre visto de frente es limitado, algo que se nos muestra en el Libro de Job y en el Libro de los Proverbios, mientras que a un hombre visto de lado le es perceptible su movimiento respiratorio. El movimiento de inspirar y espirar es personal e individual, no es delegable a otro, por lo que en el pensamiento judío cada persona es responsable de su propio respirar, de su propia vida, de sus propios actos.

En hebreo la palabra “Nephesh” (נפש) que significa “criatura que respira”, es el alma, su vida, refiere al ser humano como criatura viviente y responsable de sus propios hechos.
En la Biblia Dios da aliento a Adán y lo hace responsable de su vida. Es responsable aquel que es capaz de reconocer sus limitaciones (sus virtudes y faltas), desarrollando sus cualidades y controlando sus defectos.

Por último, en el mundo hebreo la persona al igual que un libro puede llegarse a conocer también por dentro. Conozco el interior de la persona cuando conozco su “Ruah” palabra hebrea (רוח) para designar “respiración, soplo, aliento, aire, viento o espíritu”.

Y habiendo Adán desobedecido a Dios elude su responsabilidad dando una respuesta que sería hábil para el mundo de los dioses egipcios, pero que en el pensamiento semita le condena.

Por otra parte un ejemplo contrario lo encontramos en el Libro segundo de Samuel. En este caso el rey David quien mantiene una relación con una mujer casada (Betsabé), para deshacerse del marido (Uría), le manda al frente donde es asesinado. Después se casa con la viuda y tienen un hijo.

(2 Samuel 11:27) “Y pasado el luto, envió David y recogióla á su casa: y fué ella su mujer, y parióle un hijo. Mas esto que David había hecho, fué desagradable á los ojos de Jehová”.

Aunque ello es mal visto por Dios, al igual que en el relato de Adán, Dios vuelve a hacer una pregunta, esta vez en palabras del profeta Nathán:

(2 Samuel 12:9) “¿Por qué pues tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Uría Hetheo heriste á cuchillo, y tomaste por tu mujer á su mujer, y á él mataste con el cuchillo de los hijos de Ammón”.

(2 Samuel12:10) “Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada; por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Uría Hetheo para que fuese tu mujer”.

(2 Samuel 12:11) “Así ha dicho Jehová: He aquí yo levantaré sobre ti el mal de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré á tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres á la vista de este sol”.

(2 Samuel12:12) “Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel, y delante del sol”.

(2 Samuel12:13) “Entonces dijo David á Nathán: Pequé contra Jehová. Y Nathán dijo á David: También Jehová ha remitido tu pecado: no morirás”.

(2 Samuel12:14) “Mas por cuanto con este negocio hiciste blasfemar á los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido morirá ciertamente”.

Y aquí David no contesta como Adán, sino que se responsabiliza y reconoce su pecado, por lo que Dios le perdona la vida.

EL LIBRO EGIPCIO DE LOS MUERTOS Y EL CRISTIANISMO

A. El uso de tinta roja

El papiro de Ani tiene sus títulos, encabezamientos, epígrafes y reclamos, escritos en tinta roja. El color rojo se empleaba también para remarcar determinados apartados, secciones o párrafos y no fue un motivo exclusivo del Libro Egipcio de los Muertos, sino que se reprodujo en otros textos no funerarios, como por ejemplo el Papiro Ebers, un texto de medicina.

Fragmento del Papiro de Ani donde se aprecia el uso de tinta roja

Fragmento del Papiro de Ani donde se aprecia el uso de tinta roja

Pero si hablamos del uso de tinta roja en documentos religiosos hebreos, de todo ello no hay precedente en la Torá, porque de acuerdo con las leyes judaicas la tinta con que se escribe tiene que ser de un color negro denominado azabache, y siempre debe mantenerse ese color.

Algunos escritos pueden tener algunos adornos de colores como en el caso del acta matrimonial judía o en algunos manuscritos, con el solo efecto de adornar, y hay actas matrimoniales muy bellas, pero las letras de los manuscritos bíblicos hebreos son siempre negras.

Cantar de los Cantares 1:1-4 del Códice Sinaíti-co con rúbricas a tinta roja)

Cantar de los Cantares 1:1-4 del Códice Sinaíti-co con rúbricas a tinta roja)

Hoy en día las letras de una Torá no pueden tener colores rojos ni siquiera el negro debe insinuar una tonalidad rojiza, por lo tanto si se usa algún elemento mineral que se pueda transformar en una leve tonalidad rojiza se descarta, pero si vira muy poco al azul no la invalida.

Sin embargo en los textos religiosos cristianos la cosa cambia. En Egipto los evangelios se traducen del griego al copto entre los siglos II y III; es más, el uso litúrgico de los textos cristianos se plasman en dos importantes dialectos coptos: el sahídico (tebano) y el bohaírico (menfítico), asociados con el Alto y el Bajo Egipto respectivamente.

El dialecto bohaírico tuvo su principal uso desdeel siglo XI en adelante por los cristianos coptos combinando distintas gamas de colores, en donde el color rojo se utilizaba al igual que en los antiguos textos egipcios para los títulos, encabezamientos y separaciones.

Ya en el siglo IV el códice Sinaítico, escrito en griego y cuya procedencia podría ser Egipto, usa de manera repetitiva la tinta roja en sus rúbricas.

Mi planteamiento es que el uso de tinta roja en los textos litúrgicos cristianos del próximo oriente procede del cristianismo de Egipto, aunque tal vez sin exclusividad y que este a su vez podría traer origen de su uso en la antigua cultura egipcia, en textos egipcios, como el Libro Egipcio de los Muertos.

Lo mismo sucede con los textos cristianos siríacos hallados en Egipto donde algunas palabras están escritas a tinta roja. La Biblia Peshitta que es la traducción siríaca de las Escrituras se produjo al igual que el copto, entorno a los siglos II y III, formándose como lengua litúrgica cristiana en Iraq, Síria y Líbano.

Hojas de un libro en Siriaco procedente del Sinaí (Egipto) s.XI con palabras en rojo

Hojas de un libro en Siriaco procedente del Sinaí (Egipto) s.XI con palabras en rojo

Los textos coptos en bohaírico fueron posteriormente en Egipto traducidos al árabe por los cristianos, recogiendo nuevamente el uso de tinta roja.

En la siguiente imagen podemos ver un texto copto en dialecto bohaírico con su traducción marginal al árabe. En el texto podemos apreciar los encabezamientos escritos con tinta roja.

Coptic; Possibly from the Dayr al-Suriyan (Monastery of the Syrians), Wadi an-Natrun, Egypt; Written and illustrated in Egypt; Written in Coptic, with Arabic in the margins, in black and red Paper; H. 8 7/8 in. (22.5 cm), W. 6 5/8 in. (16.8 cm); 44 leaves, Rogers Fund, 1919 (19.196.3)) - (Copto; Posiblemente procedente de Dayr al-Suriyan (Monasterio de los Sirios), Wadi an-Natrun, Egipto; escrito e ilustrado en Egipto; escrito en Copto, con Árabe en los márgenes, en negro y rojo; 22,5 cm x 16,8 cm; 44 hojas Rogers Fund,1919) - (Imagen cortesía de The Metropolitan Museum of Art (New York) www.metmuseum.org

Coptic; Possibly from the Dayr al-Suriyan (Monastery of the Syrians), Wadi an-Natrun, Egypt; Written and illustrated in Egypt; Written in Coptic, with Arabic in the margins, in black and red Paper; H. 8 7/8 in. (22.5 cm), W. 6 5/8 in. (16.8 cm); 44 leaves, Rogers Fund, 1919 (19.196.3)) – (Copto; Posiblemente procedente de Dayr al-Suriyan (Monasterio de los Sirios), Wadi an-Natrun, Egipto; escrito e ilustrado en Egipto; escrito en Copto, con Árabe en los márgenes, en negro y rojo; 22,5 cm x 16,8 cm; 44 hojas Rogers Fund,1919) – (Imagen cortesía de The Metropolitan Museum of Art (New York) www.metmuseum.org

B) San Jorge y el dragón: ¿el difunto y Apofis?

Por último, en el Papiro de Ani podemos leer:

“Que yo castigue al asno; que yo aplaste al maligno; que yo destruya a Apep en su hora”.

El enemigo de Ra eran las tinieblas, la noche, todo lo que produjera oscuridad. Las tinieblas personificadas en Apep, Nak, Apofis, etc. Su representación iconográfica en forma de serpiente, cocodrilo o tortuga, que Horus-Difunto, el sol naciente, debía vencer, traspasándolo con una lanza.

En la iconografía cristiana copta tenemos una imagen familiar, la de San Jorge y el Dragón. La diferencia es que mientras en el cristianismo San Jorge mata al dragón, en la mitología egipcia Apofis sólo es herido o sometido, pues el mal es indestructible, al ser necesario para la existencia del bien y la consecución del ciclo solar.

Aunque el personaje de San Jorge mártir data del siglo III, la leyenda de San Jorge y el dragón es mil años más tardía. Fue escrita en el siglo XIII por Santiago de la Vorágine en su célebre obra «La Leyenda dorada” y ninguna relación puede tener con las antiguas escenas egipcias del Libro Egipcio de los Muertos. Aún así, es un buen ejemplo de que algunas representaciones egipcias pueden prestarse fácilmente al error con escenas bíblicas o santorales, cuando realmente no tienen relación alguna.

En definitiva, a lo largo de este artículo hemos visto unos pocos pasajes bíblicos que parecen recoger algo similar al contenido del Libro de los Muertos, sin embargo también hemos observado que estas posibles similitudes son genéricas, hasta el punto de no poder hallar una relación directa entre ambas, bien porque tales puntos en común también lo son con otras culturas no egipcias, bien porque otros textos que no son El Libro de los Muertos también contemplan similitudes o finalmente porque los puntos coincidentes son más bien vagos o lejanos.

No obstante, aunque se trate de pequeñas influencias genéricas o indirectas de esta obra egipcia sobre la Biblia, lo son por su dilatado periodo de vigencia y por su gran trascendencia en la cultura egipcia que influyó al igual que otras culturas en la composición de las Sagradas Escrituras, hasta el punto que el egiptólogo alemán Karl Richard Lepsius, cuando lo tradujo y le puso el nombre de “Libro Egipcio de los Muertos” pensó que se trataba de la antigua Biblia egipcia.

Bibliografía y textos consultados:

Libro Egipcio de los Muertos (Papiro de Ani) E.A.Wallis Budge
La Biblia versión Reina Valera
Uso de tintas en la Torá– Rabino Berl Schtudiner-21-11-2007
Apuntes “Salmos y libros sapienciales”- Profesor Francesc Ramis- CETEM- clases días 10-10-2007 y 17-10-2007.

 

Autor Gerardo Jofre, Coordinador de la Sección Egipto y la Biblia

 

(Mejora de SEO/Readability/Presentación… 22 de mayo de 2020. No hay cambios en contenidos o ilustración)

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