El origen egipcio del balón
Por Ahmed Suliman
21 enero, 2004
Pelotas egipcias conservadas en el Museo Arqueológico de Florencia. Foto: Susana Alegre García.
Modificación: 1 marzo, 2020
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Los antiguos egipcios fueron inventores de muchas cosas y, entre ellas, inventaron el mismísimo balón. En realidad, los antiguos egipcios fueron precursores de muchos de los deportes que aún se practican en la actualidad. No sólo se trata de la conceptualizaron los juegos, sino que en tiempos de los faraones se establecieron las bases del deporte, las reglas para los partidos y hasta el uso de un uniforme especial para los jugadores, la presencia un árbitro que organizara la competición (interviniendo para evitar una pelea o acto violento) y el premio a los ganadores haciéndoles entrega de diferentes collares o galones.

Podemos encontrar escenas alusivas al deporte repartidas a lo largo de todo Egipto. Sobre los muros del templo de Ramses III en Madinet Habu, en la orilla occidental de Luxor (antigua Tebas), se desarrollan diversas escenas de lucha. Los gestos, las posturas… pueden encontrarse hoy entre los ganchos comunes de este deporte. Pero también el arte muestra luchas con palos, diversiones con pelotas cubiertas de cuero, gimnasia acrobática o cacerías. Las imágenes son claras, vívidas en su descripción de los deportes.

Posiblemente el deporte en el antiguo Egipto pueda dividirse en categorías. La primera –con fines lúdicos y para mantenerse en forma- incluía actividades como la gimnasia, la acrobacia, la caza, la natación y el salto de altura. La segunda –para modelar los cuerpos de los reyes y guerreros, así como para fortalecer los músculos de los jóvenes que se preparaban para ser sacerdotes u oficiales militares- incluía deportes como el boxeo, la lucha, la equitación, la maratón y el tiro con arco. La caza, el tiro con arco y el lanzamiento de jabalina parecen haber sido los más importantes y emocionantes para la realeza y la nobleza, Su finalidad no era tan sólo el disfrutar de la camaradería de sus amigos y familia, sino el tener una oportunidad para demostrar su destreza, valor y habilidad física a la hora de vencer a un león o un tigre corriendo por el desierto, o a un hipopótamo o un cocodrilo cruzando el Nilo.

También en el templo de Medinet Habu, en orilla oeste de Tebas, podemos apreciar cierto número de escenas que representan a Ramses III como un cazador de hipopótamos, de toros salvajes y leones. En el museo Egipcio en Tahrir Square se exhibe una pequeña estatua de Tutankhamón como cazador de hipopótamos. Junto a ella, una colección de anzuelos de distintas formas y tamaños nos revelan el grado de desarrollo de este deporte.

El placer de la caza aparece recogido en muchos documentos egipcios. Dice una inscripción: “Un día feliz cuando bajemos al pantano, podremos cazar pájaros y coger muchos peces en el agua… Un día feliz en el que ofrecemos a todos y en el que la diosa de los pantanos nos es propicia. Atraparemos pájaros y encenderemos un brasero en honor a Sobek”. La pesca, a su vez, era un deporte practicado tanto por la nobleza como por el pueblo llano. Aparece representada en las tumbas de los nobles, que muestran escenas de pesca como un pasatiempo. El pueblo, sin embargo, la consideraba una profesión traicionera en la que el peligro real provenía del venenoso pez-gato y del más temido de todos los enemigos, el cocodrilo. Si un bote hacía aguas, el riesgo de ser devorado por este monstruo del Nilo era elevado.

El remo es otro de los deportes del Antiguo Egipto que requería gran fuerza física. Hay vajillas grabadas con escenas de equipos de remo en las que los participantes intentan armonizar sus movimientos de acuerdo con las órdenes del jefe del grupo, que sostiene el gobernalle. Este jefe también controla su movimiento mediante gritos y gestos para unificar el momento en el que los remos tocan la superficie del agua, lo que ayuda a empujar el bote hacia delante con mayor rapidez –un método que todavía es utilizado en la actualidad.

El Nilo no era el único lugar donde practicar la pesca o el remo. Mientras las calmadas aguas del Nilo eran el objetivo de los grandes competidores, los nobles aprendían el deporte en la intimidad de sus propias piscinas.

Correr posiblemente fuera el deporte más significativo del Antiguo Egipto, alcanzando  importancia no solo como un elemento esencial para el bienestar físico de una persona, sino también por sus implicaciones rituales. Correr, por ejemplo, era algo que hacía el faraón como parte fundamental durante la celebración del Heb-Sed, una festividad destinada a alcanzar su regeneración y lograr estado necesario para cumplir su función. Rejuvenecido y dotado de nuevo poder, debía enfrentarse a su propio sucesor en la hazaña.

También los juegos de pelota también eran populares en el antiguo Egipto como lo son hoy día, y los antiguos egipcios fueron los primeros en inventar los juegos de pelota –representados hace más de cinco mil años en las tumbas de Saqqara.

Lo cierto es que se han encontrado muchas pelotas en excavaciones, hechas a base de fibra de palma o papiro, o de paja, y cubiertas por cuero cosido o tela. También diversas escenas de las tumbas de Beni Hassan en Mynia muestran grupos de chicas jugando con dos o tres balones o jugando a coger la pelota montadas a horcajadas sobre una compañera. Este juego es bastante similar a los partidos de balonmano de hoy en día. También hay escena que muestran a jóvenes mientras dan patadas a un balón y se lo pasan unas a otras. Esta sería la primitiva forma del fútbol. Junto a esa escena también podemos encontrar un dibujo en el que se representa un juego de pelota similar al hockey. En ella se muestra a dos jugadores golpeando una pequeña pelota con largas raquetas, palos de hockey hechos a base de hojas de palma, curvados en su extremo tal y como se utilizan actualmente. La pelota estaba fabricada con hojas de papiro comprimidas y cubiertas por dos trozos de cuero en forma de semicírculo. La pelota se teñía de dos o más colores. Esta versión primitiva del hockey todavía se juega en el campo, y se conoce como Hoksha.

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Entre los deportes que los antiguos egipcios inventaron para mantenerse fuertes y en forma están la gimnasia y la acrobacia. Un ostracón procedente de Deir Al-Medina que data del 2000 a.C. muestra una postura gimnástica en la que el cuerpo se curva hacia atrás hasta que las manos tocan el suelo, revelando la flexibilidad corporal. Éste es todavía uno de los ejercicios más practicados en la actualidad. Otra pintura representa a un atleta realizando saltos consecutivos y haciendo más de una vuelta completa en el aire.

Los relieves encontrados en Beni Hassan muestran diversas posiciones y movimientos de varios deportes en sucesión, como escenas de una película grabadas hace mucho tiempo; por ejemplo algunas escenas de boxeo fueron encontradas en la tumba de Mery-Re en Mynia. De igual forma, en la tumba de Ptah-Hotep en Saqqara, puede verse a un boxeador en posición, listo para golpear a su contrincante que en su turno intenta repeler los golpes y proteger su cara. Ahmed Said, profesor auxiliar en la Facultad de Antigüedades de la Universidad del Cairo, cree que la lucha y la caza ya existían durante los tiempos pre-faraónicos. De hecho, desde épocas muy remotas se muestra a luchadores y cazadores como elementos decorativos en paletas y en los mangos de los cuchillos hallados en Gaaibel Al-Tareq y Geibel Al-Arqi en el desierto oriental, cerca de Qena. Habían sido fabricados a partir de materiales como marfil, ébano y oro.

Parece que el atletismo también ocupaba un lugar importante y los antiguos egipcios inventaron varios juegos «olímpicos», incluido el tiro con arco y una variación del salto de altura. En este juego, dos atletas creaban una barrera humana con sus manos mientras un tercer atleta intentaba saltar entre ellos sin tocarlos. Los atletas procedían a subir la barrera sucesivamente utilizando sus piernas. Este juego aún se practica en el campo, y es conocido como «pasos de ganso”; aún hoy se practica entre los jóvenes egipcios.

Los niños también tomaban parte en los deportes antiguos. En la tumba de Mereruka (Imperio Antiguo), niños y niñas aparecen con los brazos entrelazados en un juego llamado “pisando las uvas”. Es una pena que no tengamos más detalles que esta ilustración”. Cerca, sosteniendo espejos y sistros, otras niñas participan en el juego de la danza de Hathor, que era esencial en la cultura egipcia, tanto en las celebraciones como con fines religiosos.

Entre las miles de imágenes recogidas en estas milenarias piedras, el juego de pelota aparece una y otra vez. Los antiguos egipcios fueron sin lugar a dudas los fundadores de los juegos de pelota, cuyo legado ha llegado hasta nuestros días.

 

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