El enigma de la Pirámides
Por Santiago Varela 
20 enero, 2005
Modificación: 3 junio, 2020
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Will Cuppy, que no era arquitecto, ni arqueólogo, ni egiptólogo y que por tal razón podía opinar con fundamento sobre el origen de las pirámides, decía en su libro Decadencia y caída de casi todo el mundo: «Si uno coloca piedras en capas sucesivas y decrecientes pronto se obtiene una pirámide. No se puede evitar»

De las más de 60 pirámides que aún están en pie en Egipto[1] las más conocidas son las de Gizeh que quedan al noroeste del Cairo como quien va para el lado de Menfis. Las mismas corresponden a tres faraones de la IV dinastía: Keops, Kefrén y Mikerinos, que vivieron y luego se transformaron en momias allá por el 2500 AC.

Antes de que las pirámides fueran lo que son, se construyeron unas escalonadas, tales como la de Sakara. Algunos se refieren a ellas como las «Pirámides de la Dinastía del Hipo».
Ahora bien, estos terribles bodoques, estos infernales mamotretos, ¿Qué significado tienen? ¿Fueron construidas por extraterrestres? ¿Qué mensaje nos envían? ¿Qué enigma guardan? ¿Qué nos quieren decir? ¿Eh?
Porque es evidente que en ellas están las claves para la comprensión de los secretos del universo, la predicción del futuro, el fixture de los próximos cataclismos, la cura del reumatismo y, con un poco de suerte, saber qué número va a salir en la quiniela.

¿Coincidencias?

Analizando las dimensiones de las pirámide uno puede sacar conclusiones que ayuden a resolver el dilema. Las medidas de las pirámides, salvando las distancias, son como los 70-60-90 de una señorita. Le dan a uno una pista por donde empezar a buscar.
Entre los cientos de misterios «guardados celosamente por la piedra milenaria» y los cientos de coincidencias, que por ser cientos no son coincidencias sino certezas, vamos a mencionar las más destacadas, las más sorprendentes, las mas inquietantes.

a) La perfección en las medidas. En efecto, la pirámide de Keops, también llamada enigmáticamente la Gran Pirámide[2] mide de lado exactamente 230 metros 50 centímetros 9 milímetros 32 diezmillonésimas 8 cienmillonésimas y 14 milmillonésimas de metro lo cual demuestra no sólo un terrorífico conocimiento de cómo hacer para poner un montón de piedras e varias toneladas, una al lado de la otra, para que, finalmente, diera esa medida: 230 metros 50 centímetros 9 milímetros 32 diezmillonésimas 8 cienmillonésimas y 14 milmillonésimas de metro (y no otra), sino además la sofisticación del instrumento necesario para efectuar tal medición.
Téngase en cuenta que las medidas oficiales en esa época eran muy simples. Existía el «codae» (distancia desde la mano hasta el codo del Faraón) y el «piedae» (distancia desde el falangín hasta el metatarso del Faraón) y el «porongae» que era una medida variable que también tenía que ver con el Faraón[3].

b) Otras de las coincidencias descubiertas tras largos años de pacientes estudios es que la altura de la Gran Pirámide, expresada en años luz y multiplicado por 0,0291950886767 da la distancia exacta a la estrella Alfa Centauris ¿Es esto una casualidad acaso?

c) La cosa sigue. La cantidad de piedras de la Gran Pirámide multiplicada por el valor de PI (Pi, letra griega que en Egipto aún no se conocía)[4] da la distancia exacta, en yardas, desde la punta de la pirámide hasta el dormitorio de la Reina Isabel en el castillo de Windsor ¿Es esto una casualidad acaso?

d) Cuando se observan las pirámides desde una cierta altura, digamos desde un plato volador, no solamente se ven las pirámides sino que se ve todo Egipto, Sudán, el Mar Rojo, el Sinaí, Chipre, el sur de Turquía y la Cirenaica casi completa. Por si esto no fuera ya de por sí muy significativo, cuando se está justo sobre la vertical de la Gran Pirámide, ésta queda exactamente en el centro de todo lo que se ve ¿Es esto una casualidad acaso?

e) La pirámide de Keops es 80 metros más alta que la de Mikerinos. Sin embargo Mikerinos se momificó siendo 15 años mayor que Keops. De aquí surge que la diferencia en años entre Mikerinos y Keops multiplicada por el cuadrado de la diferencia de la altura s entre ambas pirámides dividido 1,92034 de la distancia exacta expresada en miles de pulgadas, desde la punta de la nariz de la Esfinge (de cuando la tenía sana) hasta la puerta Nº 5 del hipódromo de Buenos Aires ¿Es esto una casualidad acaso?

Siguen los misterios

Pero no solamente son las coincidencias las que nos hacen pensar en una inteligencia superior guiando la voluntad de los constructores, sino que los misterios que aún quedan sin resolver nos mueven a nuevas y profundas reflexiones. Veamos algunos de estos enigmas.

Falta una

Las pirámides, construidas durante la 4ª dinastía, tienen 4 lados. La altura de todas ellas es divisible por 4 y la de Kefrén es divisible por 4,44[5]. El grupo se encuentra a 1.936 km (4.400 x 4,4) de la 4ª catarata. Todas las piedras utilizadas tienen una cantidad de lados que responden a la fórmula: x = 4 + 4/4 + 4/4. Sin embargo, pese a toda la evidencia abrumadora, hay tres (3) pirámides solamente ¿Dónde está la pirámide que falta? ¿Quién se robó la cuarta pirámide?
Algunos historiadores afirman que como lugar para esconder una momia, con tesoro incluido, una pirámide es demasiado visible, demasiado evidente. De allí que ellos opinan que lo más probable es que la famosa cuarta pirámide fuera construida enterrada, esto es, con la punta hacia abajo, para así despistar a los ladrones, a los arqueólogos y a los turistas. La pregunta ahora es: ¿Por qué no se encontró aún esta cuarta pirámide? La respuesta es: » Ni se me ocurre» (Cuatro palabras).

La energía

Como todo el mundo sabe[6] las pirámides tienen la propiedad de irradiar energía. Armarse una pequeña pirámide en el living de su casa y sentarse dentro de ella en posición yoga le dará a usted, señor, señora, la energía suficiente como para que pueda andar y trabajar toda la semana.
Es más, algunas pirámides tienen un poder energético tan grande que algunos, después de la meditación, las usan como horno a microondas para hacer suprema a la suiza o colita de cuadril con papas noisette.
Pero la pregunta que más de un escéptico se hace es si este asunto de la energía es cierto o si se trata sólo de una fábula. La respuesta la dan las propias pirámides egipcias. Es gracias a su prodigiosa energía emanada que dentro de ellas se ha podido conservar momias en magnífico estado durante más de 4.500 años. En toda la Historia de la Humanidad no existen muertos más saludables. Ésta es la mejor prueba.
Por eso, para ser el más joven y rozagante del cementerio comience usted ya mismo a hacerse su propia pirámide en el fondo de su casa. No importa lo que digan sus parientes o vecinos, dentro de 40 siglos la Humanidad[7] seguirá hablando de usted. Eso sí, en la entrada al lado del timbre, ponga su nombre bien grande.


[1] Por más que haya viento es muy difícil tumbar una pirámide de piedra maciza.
[2] Tal vez por ser la más grande de todas.
[3] Y, a veces, con la señora del Faraón.
[4] En realidad tampoco conocía a los griegos.
[5] Da exactamente 31,531531531 ¿Es esto una casualidad acaso?.
[6] Especialmente los vegetarianos.
[7] O lo que quede de ella.

 

Autor: Santiago Varela

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