Quiero que sientas la tristeza de mi corazón
al leer estas líneas que escribí en Giza,
quiero que llores con la fuerza del silencio
y que te pierdas en las ruinas antiguas…
quiero que sientas lo mismo que yo…
haz un esfuerzo y trata de sentir la brisa
del desierto…. aléjate de todo y lee, sólo lee…

Egipto..
la soledad es abrumadora aquí
los pseudomuseos albergan un sosiego muerto y martirizado
hace que tu espíritu se pierda en el granito.
Gracias a Dios porque estoy solo
gracias por no permitir que este llanto
haya tocado a nadie más.

Ya no hay barco para mí…
ni avión alguno que me lleve lejos
al destruir mi vida en este lúgubre lugar
la he destruido en el mundo entero…

Me seguirá por siempre el grito
de mil esfinges decapitadas
me seguirá el dolor de una pirámide profanada
e inconclusa.
me seguirá la soledad de las momias
en sus criptas de hidrógeno
me seguirá la belleza inútil
de cien máscaras de oro
y la omnipotencia muda de 10 colosos ancestrales
me seguirá siempre este dolor
en cada lugar estará conmigo…..

Mi alma que ha danzado por milenios
ahora llora por piedras tiradas en la arena
pues ellas mi casa han sido
y bajo ellas he orado en las noches
y del sol me he guarecido.

Al entrar aquí los pájaros cantaban
las rocas murmuraban
y mi trémulo corazón
paralizado por la exacta rectitud de las lindas
palpitaba lento y sereno como en casa.

Egipto esta en mí
y yo en él
lo he sentido.

Gracias por sentir…

Autor: Tito Angel Mendoza