Hace unos días, un compañero de los asiduos en el foro de AE, nos informaba sobre una emisión radiofónica de la Cadena SER, en donde la Dra. Ana Mª Vázquez Hoys participaba de manera asidua en un programa que bajo la consigna del “desaprender”, pretendía desmitificar aquellos tópicos históricos que faltos de rigurosidad se repetían de manera consistente.

En principio la idea me pareció original, hasta que la puesta en escena me catapultó con bofetada terapéutica incluida, hasta una sólida realidad que se repite con demasiada asiduidad.

La Dra. Vázquez Hoys es Profesora Titular de Historia Antigua en el Departamento de Historia Antigua de la  UNED, lo cual inspira por lo menos a priori, cierta confianza, seriedad y rigurosidad casi quirúrgica a la hora de asumir como ciertas cualquiera de sus exposiciones, explicaciones y conocimientos.

Claro que…, después de escuchar la emisión correspondiente a Egipto, uno no sabe muy bien si el programa era en realidad una reposición de algún capítulo de la Abeja Maya en un Egipto Antiguo multicolor, evidentemente, bajo el sol, o quién sabe si uno de los muchos capítulos de Barrio Sésamo en donde aprendíamos lo que es arriba y abajo, pero con el enigma circunstancial de no saber a ciencia cierta si lo que tenemos por encima de nuestras cabezas es en realidad arriba, abajo o nuestra derecha (o la suya).

Este comentario jocoso no pretende para nada faltar el respeto a nadie y mucho menos a la Dra. Vázquez Hoys, pero si puede valer para destacar que la fuerza de la difusión en este caso radiofónica, puede crear serios problemas a los oyentes, que están  creyendo al pie de la letra todo lo que las ondas repercuten hacia sus oídos.

No voy a ser muy persistente en este comentario, ni siquiera voy a intentar analizar con detalle las muchas inconsistencias que este programa nos ha dejado, tampoco voy a rasgarme las vestiduras porque de barbaridades se dicen muchas en todas partes, pues a pesar de todo, la edad merece un respeto y no voy a ser yo quien muestre esta falta, pero sin poder evitarlo me pregunto si los alumnos de la UNED que asisten a las clases de la Dra. Vázquez Hoys realmente están desaprendiendo más que aprendiendo.

Son tantas las preguntas que se ponen en fila pidiendo paso con la mano levantada, que posiblemente terminen por provocar un atasco monumental.

No sería de extrañar que bajo estas circunstancias las clases de la Dra. Vázquez Hoys, sus libros y sus conferencias adolezcan del mismo mal, porque no debemos olvidar que aunque se pretenda enseñar con el desenfado de una sonrisa, los hechos históricos son los mismos con jocosidad o sin ella, y no se puede reinventar la historia bajo el manto de la libertad de cátedra que por lo que parece, es lo más parecido a una divinidad egipcia: por encima de los mortales y llena de misterio.

Me gustaría creer que la UNED ampara a sus alumnos y les asegura unos conocimientos basados en la realidad que la historia ha podido demostrar; también me gustaría creer que hasta allí no ha llegado la política y que los controles profesionales se realizan con rigurosidad para asegurar que se adquieren unos conocimientos incuestionables. Intento creer que los negocios no forman parte de algo tan sagrado como la transmisión del conocimiento, pero claro, el problema es que yo no vivo en un país multicolor…